Maribel Díaz

For centuries, fashion has been underestimated in relation to higher cultural forms of art: Fashion was considered too frivolous—too kitschy—for serious study. In the last decades, discourses on art and fashion have increasingly proliferated, and a significant number of fashion designers and brands have created collections, designs, and fashion shows that challenge extant forms of beauty and taste. With a necessary re-evaluation of the concept of kitsch and a brief overview of its essentially pejorative conceptions and aesthetics, this chapter discusses high fashion’s re-appropriation of kitsch and its new sociologic and artistic implications. The study explores how postmodern fashion is adopting kitsch strategies to question conventional ideas about taste, originality, gender, and popular culture, and where the collaboration between artists and individual creators, luxury houses and mass-consumption brands is becoming a distinctive feature. The theoretical ideas are discussed through a selection of cases that are embodying the contradictions, debates, and creative opportunities in fashion nowadays.

La mujer, expresión de humanidad Una propuesta de identidad en el pensamiento de Edith Stein La mujer hoy día sigue siendo un tema."Ser ella" no es una realidad internalizada, ni menos obvia. El presente artículo pretende mostrar una reflexión en torno a la identidad de la mujer, según la propuesta planteada por Edith Stein. Este comienza por una reflexión teológica, que dará el marco desde donde se asumirá el tema. La matriz del Dios trino, un Dios "macho y hembra" será el modelo de identidad y de relación para el ser humano hecho a imagen y semejanza del Creador. Esto da luces en cómo habrá que entender y expresar la realidad humana. En un segundo momento, el artículo desentraña las características propias de la mujer, que surgen de este escenario teológico/antropológico. Emergen así amplias perspectivas y desafíos para ser mujer, como también para ser hombre. La determinación biológica es una dimensión insuficiente para hablar de la identidad de la mujer. El desarrollo de la mujer va más allá de su disposición biológica. Finalmente, se hace referencia a Cristo como quien eleva en sí las delimitaciones femeninas y masculinas propias de la naturaleza humana. Esto es posible gracias a la divinización que produce en nosotros cuando Él se inserta en entrañas femeninas. Así se posibilita a la humanidad no quedar atrapada en las inclinaciones posesivas del ser humano. Por lo tanto, es Cristo el lugar donde cada hombre y cada mujer podrá buscar libremente su identidad de ser humano.