La influencia de la obra y doctrina de Francisco Suárez en la conformación del pensamiento moderno ha sido ampliamente estudiada en áreas como la filosofía política y del derecho, la metafísica o la epistemología. Sin embargo, la filosofía moral de Suárez, en concreto aquella que, como él mismo explica, habrá de servir de base a sus tratados de teología moral, está todavía por analizar. El objetivo de este trabajo es traer a luz algunos aspectos de la teoría suareciana sobre la causalidad final …
Read moreLa influencia de la obra y doctrina de Francisco Suárez en la conformación del pensamiento moderno ha sido ampliamente estudiada en áreas como la filosofía política y del derecho, la metafísica o la epistemología. Sin embargo, la filosofía moral de Suárez, en concreto aquella que, como él mismo explica, habrá de servir de base a sus tratados de teología moral, está todavía por analizar. El objetivo de este trabajo es traer a luz algunos aspectos de la teoría suareciana sobre la causalidad final en los agentes libres, confrontando su doctrina sobre la causalidad del fin en dos comentarios, escritos en distintos períodos, a las cuestiones I-IIae de la Suma de Teología de Tomás de Aquino: el manuscrito inédito De beatitudine y el tratado De ultimo fine hominis, publicado por Baltasar Álvares. La cuestión aquí analizada —qué significa actuar por un fin— se asume como un instrumento heurístico para dar a conocer sea estas dos fuentes estudiadas, sea el interés filosófico de las doctrinas de Suárez a respecto de la causalidad final. Las conclusiones apuntan a los siguientes aspectos: i) la proximidad, aun con dudas, de Suárez a la doctrina tomista de la causalidad del fin, en el comentario de 1579; ii) la asunción parcial de la doctrina tomista en cuanto a la función del intelecto en el actuar libre, y la afirmación de que el locus finis es la voluntad, en el comentario de 1628. Trabajando con estos matices hemos querido establecer algunos puntales de encuentro que permitan hacer visibles los puentes que emergen entre una tradición escolástica que enfrenta una nueva imagen del hombre, y la filosofía moral inmediatamente posterior que despojando aquella de su fundamento teológico, avanza con paso firme hacia la modernidad.