Amanda Núñez

To better determine the history of modern birds, we performed a genome-scale phylogenetic analysis of 48 species representing all orders of Neoaves using phylogenomic methods created to handle genome-scale data.We recovered a highly resolved tree that confirms previously controversial sister or close relationships.We identified the first divergence in Neoaves, two groups we named Passerea and Columbea, representing independent lineages of diverse and convergently evolved land and water bird species. Among Passerea, we infer the common ancestor of core landbirds to have been an apex predator and confirm independent gains of vocal learning. Among Columbea, we identify pigeons and flamingoes as belonging to sister clades. Even with whole genomes, some of the earliest branches in Neoaves proved challenging to resolve, which was best explained by massive protein-coding sequence convergence and high levels of incomplete lineage sorting that occurred during a rapid radiation after the Cretaceous-Paleogene mass extinction event about 66 million years ago.

En este artículo se abordará una problemática doble e íntimamente relacionada. Por un lado, encontramos en la academia, y en muchos de los planes gubernamentales de investigación, una llamada a la interdisciplinariedad pero, paradójicamente, ésta queda sancionada negativamente múltiples veces como podemos notar, por ejemplo y en la actualidad, en la cuestión del bioarte. La filosofía padece esta sanción también pues en una de sus zonas ya es multidisciplinar y parece carecer de función propia a la vez que, en otra de sus facetas, se encierra en un papel de exceso de purismo. En ambos casos, y rastreando el pensamiento de Gilles Deleuze y Félix Guattari, notamos que la filosofía se sitúa, dentro del mapa de la academia y los saberes en general en un lugar declinante por las dos razones: en una de sus actividades porque es flexible y articulada y, en otra de ellas, debido a su “tono de distinción” el cual la lleva a pretenderse muchas veces como tribunal bajo el paradigma del sabio y no como un saber activo y productivo. Al hilo de este diagnóstico esbozaremos la importancia de renombrar la categoría de “contaminación” con los pensamientos de Deleuze, Guattari y Michel Serres, llevándola a un terreno de mixturas entre saberes como modo de combatir activamente los problemas aludidos o, al menos, para desentramar las aporías que cruzan la relación entre las disciplinas y de la academia en general con su entorno

La temática de este artículo se centra en la importancia, tanto ontológica como política, de un concepto esencial en el pensamiento de Gilles Deleuze: el «Porvenir». El porvenir deleuzeano no consiste estrictamente en el futuro ya que si este último concepto apela a una temporalidad cronológica, el de porvenir hace intervenir el devenir inmanente y una coexistencia con el presente que es necesaria también en política y en arte en orden a plantear el concepto, también deleuzeano, de «un pueblo por venir»